miércoles, 30 de agosto de 2017

VIH


¿QUE ES EL VIH?



El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana es un microorganismo que ataca al Sistema Inmune de las personas, debilitándolo y haciéndoles vulnerables ante una serie de infecciones, algunas de las cuáles pueden poner en peligro la vida. Sida El Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida o sida es el estado de la infección por el VIH caracterizado por bajos niveles de defensas y la aparición de infecciones oportunistas. Sistema Inmunitario El Sistema Inmunitario (S.I.) es el conjunto de tejidos, células y moléculas responsables de la inmunidad (la protección del cuerpo frente a agentes extraños y perjudiciales), y su respuesta colectiva y coordinada frente a la entrada en el organismo de ciertas sustancias extrañas se denomina respuesta inmunitaria. Para poder llevar a cabo esta respuesta inmunitaria nuestro cuerpo cuenta con las células del sistema inmunitario, entre las que destacan los linfocitos o glóbulos blancos. Seropositivo/a Dentro del cuadro clínico del VIH se considera que una persona es seropositiva cuando está infectada por el VIH. La seropositividad se determina mediante la realización de un análisis de sangre que demuestra la presencia de anticuerpos específicos contra el VIH en un organismo infectado. Infecciones oportunistas Las infecciones oportunistas son infecciones producidas por otros agentes que aparecen cuando las defensas inmunitarias de una persona infectada por el VIH son insuficientes. Se trata de infecciones que un sistema inmunitario sano podría combatir pero contra las cuales un organismo infectado es incapaz de protegerse. Linfocitos CD4 Los linfocitos CD4 son un tipo de células que forman parte del SI y que se encargan de la fabricación de anticuerpos para combatir las infecciones. Son la diana preferente del VIH. Al destruirlos el VIH acaba con la capacidad defensiva del cuerpo.

¿CUALES SON LAS POSIBLES CAUSAS DEL VIH?


El virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen (incluido el fluido preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido vaginal y la leche materna. El virus puede introducirse en el organismo por el recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas, como el interior de la nariz, o directamente a través de las venas. Las vías de contagio más frecuentes son: Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona infectada por el VIH. Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas. Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo). Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto hemoderivado con fecha anterior a 1987 en España.
El virus del sida no se transmite: Por el aire ni por el agua. A través de animales o insectos (como los mosquitos). Por compartir los cubiertos, servilletas, los aseos o cualquier otro instrumento que no implique contacto sanguíneo o de fluidos sexuales. Por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas, la orina o los vómitos, a no ser que estén contagiados de sangre. Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.

PREVENCIÓN



Para reducir el riesgo de contagio del VIH, es necesario evitar las relaciones sexuales de riesgo y utilizar métodos anticonceptivos de barrera, como el preservativo, así como no compartir agujas ni materiales para el consumo de drogas inyectables. Por primera vez este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aconsejado el uso de fármacos antirretrovirales en personas sanas como medida preventiva contra la infección. Esta recomendación, basada en evidencias científicas, está indicada especialmente para la población de mayor riesgo: hombres homosexuales jóvenes, que tienen muchas parejas y que no siempre mantienen relaciones sexuales seguras. A lo largo del próximo año 2016, está previsto que comiencen a probarse en humanos dos vacunas terapéuticas contra el sida, en el marco del proyecto catalán Hivacat.






CÁNCER EN NIÑOS



¿Qué tan común es el cáncer en los niños?

Aunque el cáncer en los niños es poco frecuente, aun así es la causa principal de muerte por enfermedad después de la infancia entre los niños en Estados Unidos. En 2014, se calcula que 15 780 niños y adolescentes con edades entre 0 y 19 años recibirán un diagnóstico de cáncer y 1960 morirán a causa de la enfermedad en Estados Unidos (1).
Los tipos más comunes de cáncer diagnosticados en niños y adolescentes son la leucemia, los tumores del cerebro y otros tumores del sistema nervioso central, el linfomarabdomiosarcomaneuroblastomatumor de Wilmscáncer de hueso y tumores de células germinativas gonadales (de testículo y de ovario).
Hasta el 1 de enero de 2010, había cerca de 380 000 supervivientes de cánceres infantiles y de la adolescencia con vida (diagnosticados entre 0 y 19 años de edad) en Estados Unidos (1). La cifra de supervivientes seguirá en aumento dado que la incidencia de cánceres infantiles ha aumentado levemente en las últimas décadas y que los índices de supervivencia general están mejorando.

¿Cuáles son las posibles causas del cáncer en los niños?

No se conocen cuáles son las causas de la mayoría de los cánceres infantiles. Cerca de 5 por ciento de todos los cánceres en los niños son causados por una mutación hereditaria(una mutación genética que puede transmitirse de padres a hijos). Por ejemplo, 25 a 30 por ciento de los casos de retinoblastoma, un tipo de cáncer del ojo que se presenta principalmente en los niños, son causados por una mutación hereditaria en un genllamado RB1 (7). Sin embargo, el retinoblastoma solo representa el 3 por ciento de todos los cancéres en los niños. Las mutaciones hereditarias asociadas con ciertos síndromes familiares, como el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Beckwith-Wiedemann, la anemia de Fanconi, el síndrome de Noonan y el síndrome de von Hippel-Lindau, también aumentan el riesgo de cáncer infantil.
Las mutaciones genéticas que causan cáncer también pueden presentarse durante el desarrollo del feto en la matriz. Por ejemplo, uno de cada 100 niños nace con una anomalía genética que aumenta el riesgo de padecer leucemia, aunque solo un niño de 8000 con esa anomalía llega realmente a tener la enfermedad (8).
Los niños con síndrome de Down, una afección genética causada por la presencia de una copia adicional del cromosoma 21, tienen entre 10 y 20 veces más probabilidad de padecer leucemia que los niños que no tienen este síndrome (9). No obstante, solo una muy pequeña proporción de leucemia infantil está asociada al síndrome de Down.
Se piensa que la mayoría de los cánceres en los niños, así como en los adultos, surgen como resultado de mutaciones en genes que causan un crecimiento celular descontrolado y por último cáncer. En los adultos, estas mutaciones genéticas son a menudo el resultado de la exposición a factores ambientales, como el humo del cigarrillo, el asbesto (amianto) y la radiación ultravioleta del sol. Sin embargo, ha sido difícil identificar las causas del cáncer infantil, debido en parte a que el cáncer en los niños es poco frecuente, y a que es difícil determinar si el niño pudo haber estado expuesto temprano en su desarrollo.
Muchos estudios han mostrado que la exposición a la radiación ionizante puede dañar el ADN, lo cual puede causar la aparición de la leucemia infantil y posiblemente de otros tipos de cáncer. Por ejemplo, los niños y adolescentes que estuvieron expuestos a la radiacióngenerada por las detonaciones de las bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial tenían un riesgo elevado de padecer leucemia (10), y los niños y adultos expuestos a la radiación causada por los accidentes en plantas nucleares tenían un riesgo elevado de cáncer de tiroides (11). Los niños cuyas madres se hicieron exámenes con rayos X durante el embarazo (es decir, los niños expuestos antes del nacimiento) y los niños expuestos después del nacimiento a la radiación diagnóstica médica a través de tomografías computarizadas también tienen un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer (12).
Los estudios realizados hasta ahora sobre otros posibles factores de riesgo ambientales, como la exposición de los padres a sustancias químicas causantes de cáncer, la exposición prenatal a pesticidas, la exposición en la infancia a agentes infecciosos comunes y vivir cerca de una planta nuclear de electricidad han tenido resultados mixtos. Mientras que algunos estudios han mostrado asociaciones entre estos factores y el riesgo de algunos tipos de cáncer en los niños, otros estudios no han encontrado dichas asociaciones (8,13-15). No se han observado riesgos mayores de cáncer en los niños de pacientes tratados por cáncer esporádico (un cáncer que no ha sido causado por una mutación hereditaria) (16).


¿Cómo se diferencian los cánceres en adolescentes y adultos jóvenes de los cánceres en niños más jóvenes?

El cáncer se presenta con más frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 39 años de edad que en niños más jóvenes, aunque la incidencia en este grupo es todavía mucho más baja que en los adultos de más edad. Cerca de 70 000 adolescentes y adultos jóvenes entre 15 y 39 años de edad reciben un diagnóstico de cáncer cada año en Estados Unidos.
Los adolescentes y adultos jóvenes son a menudo diagnosticados con tipos de cáncer diferentes a los que se diagnostican en niños más jóvenes o en adultos de más edad. Por ejemplo, los adolescentes y adultos jóvenes tienen mayor probabilidad que los niños más jóvenes o los adultos de más edad de ser diagnosticados con linfoma de Hodgkinmelanomacáncer de testículocáncer de tiroides y sarcoma (17). No obstante, la incidencia de tipos específicos de cáncer varía en gran medida entre las diferentes edades dentro del grupo de adolescentes y adultos jóvenes.
El índice de supervivencia general a 5 años entre adolescentes con cáncer de 15 a 19 años de edad excedió el 80 por ciento en el período de 2003 a 2007, una cifra similar al índice de supervivencia en los niños de menor edad (6). Sin embargo, en lo que respecta a diagnósticos específicos, la supervivencia es más baja para los adolescentes de 15 a 19 años de edad que para los niños más jóvenes. Por ejemplo, el índice de supervivencia a 5 años para la leucemia linfoblástica aguda en el período de 2003 a 2007 fue de 91 por ciento para niños menores de 15 años de edad en comparación con 78 por ciento para adolescentes de 15 a 19 años de edad (6).
Existen ciertos indicios científicos que parecen indicar que los adolescentes y adultos jóvenes con leucemia linfoblástica aguda pueden tener mejores resultados si reciben regímenes de tratamiento pediátrico en vez de los utilizados en los tratamientos para adultos (18). Las mejoras en los índices de supervivencia a 5 años en los adolescentes de 15 a 19 años de edad con leucemia linfoblástica aguda—cerca de 50 por ciento a principios de 1990 a 78 por ciento entre 2003 y 2007—pueden ser un reflejo de un mayor uso de estos regímenes de tratamiento pediátrico (6). En el período de 2000 a 2010, los índices de mortalidad para los adolescentes de 15 a 19 años de edad disminuyeron a una tasa ligeramente más rápida que aquellos de los niños más jóvenes (2,6 por ciento por año frente a 1,8 por ciento por año) (6).

¿Dónde reciben tratamiento los niños con cáncer?

Los niños con cáncer a menudo reciben tratamiento en un centro oncológico infantil, el cual es un hospital o una unidad dentro de un hospital que se especializa en el diagnósticoy el tratamiento de niños y adolescentes con cáncer. La mayoría de los centros oncológicos infantiles tratan pacientes hasta la edad de 20 años. Los profesionales de salud en estos centros tienen experiencia y entrenamiento específico para proporcionar una atención completa a niños, a adolescentes y a sus familias.
Los centros oncológicos infantiles también participan en estudios clínicos. Las mejoras en la supervivencia de niños con cáncer que han tenido lugar en la última mitad de siglo han sido posibles gracias a los avances en los tratamientos que se estudiaron y demostraron como eficaces en estudios clínicos.
Más de 90 por ciento de niños y adolescentes que son diagnosticados con cáncer cada año en Estados Unidos reciben tratamiento en un centro oncológico infantil afiliado al Grupo de Oncología Infantil (Children’s Oncology Group, COG), el cual es patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI). El COG es la organización más grande del mundo dedicada a la realización de investigaciones clínicas para mejorar el cuidado y el tratamiento de niños y adolescentes con cáncer. Cada año, cerca de 4000 niños diagnosticados con cáncer se inscriben en un estudio clínico patrocinado por el COG.
Cada centro oncológico infantil que participa en el grupo COG cumple con estrictas normas de calidad para la atención del cáncer infantil. En el sitio web de COG hay una lista de los centros afiliados y su ubicación. Las familias pueden pedir al pediatra o al médico familiar que los remita a un centro oncológico infantil. Las familias y los profesionales de salud pueden llamar al Servicio de Información sobre el Cáncer (CIS) del NCI al 1–800–422–6237 (1–800–4–CANCER) para obtener más información sobre los centros oncológicos infantiles afiliados al grupo COG.

Cómo hacer frente al cáncer

Ajustarse a un diagnóstico de cáncer en un niño y encontrar la forma de fortalecerse es un reto para todos en la familia. Nuestra página, Papás que tienen a un niño con cáncer, tiene sugerencias para hablar con los niños acerca de su cáncer y prepararlos a los cambios que puedan experimentar. Incluye también forma de superar la situación para hermanos y hermanas, pasos que pueden dar los padres cuando necesitan apoyo y sugerencias para trabajar con el equipo de atención médica. Varios aspectos de superación y de apoyo se tratan también en la publicación Children with Cancer: A Guide for Parents.

Supervivencia

Es esencial para los supervivientes de cáncer en la niñez que reciban atenciones de seguimiento para vigilar su salud después de completar el tratamiento. Todos los supervivientes deberán tener un resumen de su tratamiento y un plan de cuidados de supervivencia, como se trata en nuestra página Cuidados de supervivencia para niños. Esa página contiene información también sobre las clínicas que se especializan en cuidados de seguimiento para personas que han tenido cáncer de niños.
Los supervivientes de cualquier tipo de cáncer pueden presentar problemas de salud meses o años después del tratamiento de cáncer, conocidos como efectos tardíos; pero estos efectos son importantes en especial para supervivientes de cáncer en niños porque el tratamiento de niños puede acarrear efectos físicos y emocionales profundos y duraderos.  Los efectos tardíos varían con el tipo de cáncer, con la edad del niño, el tipo de tratamiento y otros factores. La información sobre la clase de efectos tardíos y formas de manejarlos puede encontrarse en nuestra página Cuidados de supervivencia para niños.  El resumen de PDQ® Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez –Versión para pacientes tiene información detallada.
Los cuidados y ajustes de supervivencia que tanto padres como niños pueden experimentar se tratan también en la publicación Children with Cancer: A Guide for Parents.